1. EVOLUCION: El ir contra la evolución de las cosas es ir contra ti mismo.
Inter relacion: Yo- humanidad- mundo- DIOS. El 1=Todo. Ayudar = Ayudarnos.
2. EQUILIBRIO: Cuando fuerzas algo hacia un fin produces los opuesto.
Saber - Querer / Mente – Emociones / Voluntad – Energia.
3. FUERZA: Retroceda delante de una fuerza mayor, espere que se debilite luego avance con resolución.
Dar los tiempos: Retroceder – Esperar – Avanzar. Sobre estima / Subestima.
4. ARMONIA: Las cosas van bien cuando marchan en conjunto armónicamente.
Balance de actividades = Esferas. Vivir dentro de la Ley. Equilibrio: Querer – Saber – Poder - Hacer
5. RECEPTIVIDAD: Sí para ti esta bien el día y la noche, el verano y el invierno, habrás superado las
contradicciones.
Adaptarse a los dos polos. Superar los enfrentamientos entre la mente y emociones.
6. RENUNCIA: Si persigues el placer te encadenas al sufrimiento y al dolor, pero en tanto no perjudiques tu salud física, mental y emocional, puedes hacer cuanto quieras con libertad, cuando se te presente la oportunidad.
Placer = Sufrimiento = Dolor. Gozo = Permanente.
7. VOLUNTAD: Si persigues un fin te encadenas, pero si todo lo fueras a hacer como si fuera en fin en sí mismo, te liberas.
¿Qué es lo que nos esclaviza?. ¿Cuales son los Fines, Metas y Objetivos que perseguimos?. Miedos y Necesidades.
8. COMPRENSION: Harás desaparecer tus conflictos cuando los entiendas en su ultima raíz y no cuando quieras resolverlos.
9. RESPONSABILIDAD: Si perjudicas a tu prójimo te encadenas.
10. UNION: Trata a los demás como quieres que te traten.
11. DESAPEGO: No importa en que bando te han puesto los acontecimientos, lo que importa es que comprendas que tu no has elegido ningún bando.
12. TRANSFORMACION: Los actos contradictorios o unitivos se acumulan en ti, si repites tus actos de unidad interna, ya nada podrá detenerte.
Las
personas pasamos por la vida sin tomar consciencia de que andamos completamente
equivocados, completamente ciegos, en cuanto a las funciones que debemos
desempeñar. Constantemente estamos violando todas las reglas, leyes y
principios que rigen todo el funcionamiento de nuestro mundo.
Esto
no lo hacemos de forma consciente, sino inconscientemente. Inconsciente-mente
hacemos daño a otros, tomamos cosas sin pagar el precio justo por ellas,
perseguimos fines que se convierten en nuestros amos y que nos convierten en
máquinas, corremos detrás de placeres, convencidos de que estamos actuando
bien, cargamos con conflictos y contradicciones que nos llevan a cometer los
mismos errores una y otra vez. Todas estas cosas y muchas otras nos llevan a
equivocaciones constantemente y nos provocan retrasos en el desarrollo de lo
que verdaderamente deberían ser nuestros pasos por la vida.
Nosotros
creemos que lo estamos haciendo bien, que lo que estamos haciendo es lo real y
lógico. Creemos esto porque las demás personas también hacen lo mismo,
persiguen las mismas cosas, son esclavos, no miden el daño que pueden causar,
etc., no nos damos cuenta que ellos también están equivocados y están
cometiendo cada vez los mismos errores.
Esta
forma de actuar está tan arraigada dentro de nosotros, que creemos en ella y la
ponemos en acción a cada momento. Nos la han inculcado nuestros padres,
maestros, el medio en donde nos desenvolvemos, los medios de comunicación,
nuestros amigos, etc...
Por
otro lado, ellos a su vez han sido también bombardeados y obligados a ver la
vida de una forma totalmente distinta a la real, a la que nos proporcionó
nuestro Creador.
El
hombre se ha divorciado de las virtudes y por ello se apartó también de la
pureza y gloria del Padre Creador. Sus sentidos se han dejado seducir por
placeres externos (colores, sonidos, sabores, etc...). Por otra parte se ha
dejado inducir por simpatías para juzgar las cosas (agrados o desagrados,
conveniencias o repugnancias, etc...), cometiendo errores producto de la
subjetividad y de la parcialidad. Así se ha ido formando un conjunto de
criterios y de costumbres que son falsos y perniciosos, los cuales pasaron a
regir en su mundo.
El
hombre debe tratar de regresar a ese camino del cual se separó, ya que este
representa la única vía por medio de la cual él puede llegar a saber el porqué
de su existencia, la función que debe desempeñar y la forma como la puede
llevar a cabo. Este camino le proporcionará las herramientas necesarias para
realizar su obra y emerger de la oscuridad y de las cenizas a la Luz y al
limpio conocimiento divino.
El
hombre se ha disociado, por otro lado, de su entorno, del medio que le rodea,
de la naturaleza y de la humanidad, creyéndose una entidad separada de todo y
que nada tiene que ver con el resto de las cosas y seres que le acompañan. Esta
disociación es causa de grandes trabas en su evolución, ya que dicha evolución
solo se realiza en todo el conjunto de los seres y las cosas existentes. No
puede haber evolución alguna cuando el hombre olvida otras cosas y se concentra
en si mismo o en lo que él cree que será su propia evolución.
Debemos
valernos del discernimiento y en toda situación tratar de ver la verdad que
está detrás de todas las cosas. Este discernimiento nos ayudará a adaptarnos a
cualquier situación y a evitar todo tipo de contradicciones y realizar sólo
actos unitivos que nos lleven a religarnos con nuestro Padre.
Es
por ello que se hacen necesarias herramientas que nos faciliten ese trabajo,
que nos allanen el camino por recorrer, para lograr servir al plan divino,
entrando en el justo sitio que nos corresponde.
El
estudio de estos principios y el poner en práctica los ejercicios planteados,
constituye una gran enseñanza que redundará en el beneficio de toda la
humanidad, ya que nos ayudará a obtener libertad, creando el espacio necesario
tanto para nosotros como para el resto de los seres que nos acompañan.
Estos
principios representan para el hombre una esperanza y una seguridad, la
esperanza de que realizando cambios en su vida, ésta mejore y se convierta en
un verdadero gozo y la seguridad de que de esta forma se estará reencontrando
con el Creador y con su propia esencia.